Una sentencia de la Sala Constitucional reveló la existencia de una red policial de tortura a los presos de La Reforma. Esta decisión de los magistrados, expresada en un voto redactado por la magistrada Nancy Hernández, marca un hito en la defensa de las libertades.
Los magistrados constitucionales comprobaron maltratos físicos, golpes, patadas utilización de gases irritantes y violaciones anales.
Los privados de libertad pueden estar en la cárcel por violar la ley, pero eso no significa que hayan perdido su dignidad. Un ciudadano no puede ser sometido a tratamientos crueles y degradantes.
Aplaudo esta decisión del tribunal constitucional que asume con claridad su papel de defensor de los derechos humanos.
Hacen bien en poner un límite a estos policías deshumanizados y desalmados que se aprovechan de la indefensión de los reos para cometer estos abominables abusos. Cobardes 1.000 veces los torturadores.
El reconocimiento a los magistrados y a la redactora del voto debe extenderse a la Directora de la Defensa Pública y a la Defensora de los Habitantes.
Marta Iris Muñoz y Ofelia Taitelbaum han sido consistentes en denunciar la violación recurrente de los derechos de los privados de libertad y las tendencias represivas de algunos jerarcas policiales.
¿Cuándo aceptaremos que un privado de libertad sigue siendo una persona, con disfrute pleno de otros derechos (salud, educación)? ¿Cuándo dejaremos de pensar que el remedio a la violencia individual y social reside en la profundización de la violencia estatal?
Honor y reconocimiento a estas señoras que en el ejercicio de sus funciones públicas nos recuerdan el sentido profundo de nuestra condición humana, cuya esencia reside en el respeto y no en la venganza, en la justicia y no en el castigo brutal.
Contra viento y marea estas damas han alzado sus voces en defensa de los derechos humanos. Los costarricenses les estamos agradecidos.
POR CONSTANTINO URCUYO
El Financiero, Costa Rica, 31 MAY 2014
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