
Por Clara Riveros
Marzo 20, 2016
Marruecos ha tenido meses de elevada tensión por la cuestión del Sahara, la última surgió con las recientes declaraciones del Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que añadieron un nivel de nerviosismo y tensión que habría podido evitarse con un manejo prudente y equilibrado de la cuestión como lo exige su cargo. Pese a todo, Marruecos se ha visto fortalecido al afianzar sus vínculos con aliados estratégicos.
I. Francia, España y Portugal, principales socios en Europa
Francia y España apuestan por mejorar el clima de entendimiento entre Marruecos y la UE y, ahora, con el Secretario de la ONU.
España ha alertado de las “gravísimas consecuencias” en temas como la crisis migratoria y la lucha contra el terrorismo si Europa no cuida sus relaciones con Marruecos. La estabilidad en esa relación es estratégica. La Comisión Europea presentó recursos contra la sentencia del TUE[1] amparada en los siguientes argumentos: no existe una ley internacional que impida importar productos del Sahara y sería el Polisario quien está detrás de la denuncia ante el Tribunal. Ahora espera una sentencia en su favor para evitar la anulación de los dos acuerdos (agricultura y pesca) y el escalamiento de una tensión que no favorece a ninguna de las partes.
Las relaciones entre Rabat y la UE han tomado nuevo aliento y se reanudaron contactos luego de la visita de la Alta Representante de Asuntos Exteriores y Seguridad de la UE, Federica Mogherini, a Marruecos en los primeros días de marzo.

II. Declaraciones desafortunadas
La prensa marroquí ha observado que el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se excedió en las facultades de su mandato al emplear un término que sugiere parcialidad frente a la cuestión del Sahara. El Secretario no ha sido neutral, ni objetivo, ni imparcial.
Las declaraciones de Ban, que dejará su cargo a fin de año, hicieron escalar la tensión de forma considerable en los últimos días. El Secretario de Naciones Unidas ha suspendido su visita a Marruecos y expresó su molestia por las movilizaciones de protesta debido a sus declaraciones[2].
Las diferencias con Marruecos han estado a la orden del día desde que se produjo la designación del diplomático y ex embajador en Argelia y en Siria, Christoper Ross, como enviado especial de Ban para el Sahara Occidental.
Ban fue el primer Secretario de la ONU en utilizar el término “ocupación” y estas son las consecuencias. Marruecos expresó su rechazo y tomó medidas: acusó al jefe de la ONU de violar el mandato del Consejo de Seguridad y la terminología de las Naciones Unidas respecto a esa disputa territorial; exigió la reducción de la presencia del ponente civil de la Misión –salieron 84 de un total de 88 civiles extranjeros- en el Sahara; y, canceló la contribución económica de tres millones de dólares que aporta para el mantenimiento de la MINURSO.
El Secretario de la ONU justificó sus palabras por la enorme preocupación que le produce la situación humanitaria de los campamentos que visitó recientemente. No obstante, habrá que esperar a conocer su informe en los próximos días para saber sí también hará referencia a cuestiones problemáticas como el secuestro de mujeres saharauis con nacionalidad española o las dificultades que vienen de tiempo atrás en relación con la malversación de la ayuda humanitaria y la negativa a realizar un censo de la población en los campamentos de Tindouf.
La ocasión, una vez más, confirmó la importancia de que Marruecos se procure el mayor apoyo de países del Consejo de Seguridad y en especial de los que tienen poder de veto. Marruecos salió fortalecido, los hechos obligaron a una mayor determinación de sus aliados frente a la cuestión. Ban, en cambio, se quedó con la decepción de no lograr el apoyo unánime del Consejo de Seguridad.

III. Rusia y el fortalecimiento de una “asociación estratégica”
En medio de las tensiones con Europa y con el Secretario de Naciones Unidas, el Rey Mohamed VI visitó Rusia –su segunda visita oficial- acompañado de una amplia comitiva que incluyó a los principales ministros y funcionarios. En Moscú, el Rey sostuvo un encuentro con el presidente, Vladimir Putin, y otro con el primer ministro, Dmitri Medvédev.
El Rey comentó las tensiones con Europa y la confianza en sus socios europeos (Francia, Portugal y España) para salir avante de la crisis. De momento, la visita dio “un nuevo impulso” a las relaciones bilaterales. Putin celebró el buen nivel en la relación, se extrañó por la reducción del comercio entre los dos países y, además de valorar la opinión de Mohamed VI en asuntos regionales, recordó que, las relaciones con Marruecos se establecieron hace 50 años en una visita del Rey Hassan II a la URSS. El encuentro dejó una declaración conjunta sobre la lucha contra el terrorismo internacional y varios acuerdos de cooperación bilateral en diferentes áreas. Mikhail Bogdanov, expresó que los acuerdos de cooperación fortalecerán aún más la “asociación estratégica” entre Marruecos y Rusia.
Marruecos se comprometió con la formación de imanes rusos como viene haciendo en África y en Europa, parte de la estrategia integral de Mohamed VI por un Islam moderado para prevenir el extremismo. No es un asunto menor sí se tiene en cuenta que en Rusia viven cerca de 20 millones de musulmanes y el Islam es la segunda religión más grande en el país. De otra parte, Marruecos obtuvo el apoyo de Rusia para la resolución de la cuestión del Sahara en el marco de la ONU.

IV. Marruecos aguarda la llegada del nuevo Presidente a la Casa Blanca
La relación entre Estados Unidos y Marruecos no ha sido la mejor desde que Hillary Clinton dejó el Departamento de Estado en enero de 2012. Sin embargo, el encuentro en Washington entre Barack Obama y Mohamed VI finalizando 2013 distendió los ánimos.
Tras la tensión de estas semanas, Estados Unidos ha reiterado su apoyo al Plan de Autonomía para el Sahara, reafirmándose en la seriedad, la credibilidad y el realismo de la propuesta marroquí. «Representa un enfoque potencial que podría satisfacer las aspiraciones del Sahara Occidental». El embajador de Estados Unidos en Rabat también precisó que el proyecto de regionalización avanzada para el sur, proporcionará a la región la infraestructura para impulsar el crecimiento, además de estabilidad y perspectivas para un futuro sólido. No obstante, a estas alturas Marruecos espera un mayor compromiso y apoyo de Estados Unidos. La probable llegada de Hillary Clinton a la Casa Blanca genera grandes expectativas, el cambio puede traer nuevo aire a las relaciones bilaterales, conociendo de antemano el respaldo de Clinton a Marruecos.
Conclusiones
En la política como en la vida, son los momentos de crisis los que dejan constancia de quiénes, cuántos y en dónde están los aliados más allá de la retórica, la complacencia o las buenas intenciones. Marruecos ha debido diversificar sus alianzas estratégicas ante las dificultades del tiempo reciente. Fue por Rusia, luego irá por China. El pragmatismo político se impone más allá de las simpatías.
En Argelia los cambios políticos –la futura sucesión presidencial de Buteflika- y económicos –el impacto en la caída de los precios del petróleo para una economía dependiente (97%) de los hidrocarburos- terminarán por imponer los intereses prácticos del país a los deseos de algunos sectores, teniendo así que revaluar la conveniencia y permanencia de la relación con el Polisario. Con mayor razón cuando hay grupos allí con reclamos de autodeterminación.
La larga disputa por el Sahara debe ser reconsiderada a la luz de las condiciones geopolíticas actuales y de los desafíos para la región, principalmente en términos de seguridad. Se necesita concertación, coordinación y voluntad para enfrentar las múltiples amenazas que cada vez hacen más inviables esos experimentos secesionistas. El mundo cambió y es tiempo de dar prioridad al realismo político para resolver esa cuestión. La única salida viable es la autonomía.
Notas:
[1] La sentencia del TUE invalidó el acuerdo comercial agrícola con Marruecos por incluir productos del Sahara. El hecho generó la suspensión de contactos con las instituciones europeas como protesta de Marruecos a la sentencia del Tribunal.
[2] Movilizaciones que -según destacó la prensa- reunieron cerca de tres millones de ciudadanos en Rabat, capital de Marruecos. En los días siguientes, 180 mil marroquíes se manifestaron en favor del Plan de Autonomía en la principal ciudad -Laâyoune- del territorio en disputa que es administrado por el Reino de Marruecos.
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