Por Clara Riveros*

Marruecos y Colombia celebran este año 40 años de relaciones diplomáticas y de ello hablamos esta semana con Farida Loudaya, embajadora del Reino de Marruecos en Colombia, quien dio cuenta de los avances y desafíos para la profundización de la relación y la cooperación bilateral, así como del clima favorable y del mutuo interés en estrechar los lazos culturales y económicos optimizando al máximo las potencialidades de los dos países.
Clara RIVEROS: Este año se cumplen 40 años de la relación bilateral entre el Reino de Marruecos y la República de Colombia. ¿Cómo han sido históricamente las relaciones entre los dos países?
Farida LOUDAYA: Las relaciones entre el Reino de Marruecos y la República de Colombia son relaciones antiguas, estratégicas, plasmadas en el respeto mutuo y, como usted bien lo dice, este año celebramos el cuadragésimo aniversario de las relaciones entre nuestros dos países amigos, ya que fueron establecidas en el año 1979.
El Reino de Marruecos dispone de una Embajada en Bogotá desde el año 1986 y las relaciones entre los dos países han tenido una dinámica muy positiva hacia el fortalecimiento de la cooperación bilateral, tanto en el ámbito político como en el económico, el universitario y el cultural.
Marruecos y Colombia son dos naciones que comparten muchas afinidades culturales, lingüísticas y de civilización con respecto al patrimonio histórico común que ha penetrado en el continente latinoamericano a través de Al Andalus.
En los últimos años, la alianza política entre nuestros países ha experimentado una importante dinámica de refuerzo, alcanzando una convergencia de puntos de vista sobre muchos asuntos regionales e internacionales de interés común.
Asimismo, Rabat y Bogotá están ampliando su cooperación, tanto a nivel bilateral como multilateral, particularmente en el marco de la cooperación Sur-Sur, que constituye para Su Majestad El Rey Mohammed VI una de las prioridades en materia de política exterior.

C.R.: ¿Cuáles son los logros y avances que —en poco más de dos años como embajadora del Reino Marruecos en Colombia— se han alcanzado para el posicionamiento de Marruecos en el país y para la profundización de la relación bilateral a nivel político?
F.L.: En primer lugar, hay que destacar que las relaciones entre Marruecos y Colombia son relaciones de Estado. Durante estos últimos años, nuestros dos países han alcanzado un mayor nivel de acercamiento a nivel político, logrando progresos significativos en diferentes áreas. Es por ello que, en el ámbito político, hemos continuado intensificando las reuniones de trabajo con las autoridades colombianas, con el fin de elevar el nivel de nuestras relaciones bilaterales. Marruecos acoge con gran satisfacción la decisión del Gobierno del Presidente Iván Duque y del Ministro de Relaciones Exteriores Carlos Holmes Trujillo de elevar el nivel de su representación diplomática en Rabat, que desde 2013 estaba a nivel de un Encargado de Negocios e.p. y que desde este año está representada por una Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria. En mi opinión, esta importante decisión política contribuirá, sin duda alguna, a dar un fuerte impulso a nuestra cooperación bilateral y consolidará aún más las relaciones de excepción entre nuestros dos países amigos.
«Este gran apoyo que nos ha brindado el Congreso de la República de Colombia es muy importante, ya que, como usted sabe, Marruecos ha sido siempre el primero en buscar una solución pacífica en torno al diferendo regional del Sahara»
«Marruecos propuso en 2007 una iniciativa para la negociación de un Estatuto de Autonomía en la región del Sahara marroquí, para poder salir de esta situación de Statu-quo…»
«Este diferendo regional perdura lamentablemente desde hace más de cuarenta años por falta de voluntad política de las otras partes involucradas que han imposibilitado poner fin a este conflicto que obstaculiza la construcción de la Unión del Magreb Árabe»
C.R.: Un tema imprescindible tiene que ver con la cuestión del Sahara y el repliegue que ha sufrido el Frente Polisario en Colombia. El tema ha cambiado drásticamente desde su llegada. Hace apenas tres años tuvo lugar en la Sala Constitucional del Congreso de la República de Colombia un acto de propaganda del Frente Polisario, que presidieron el presidente del Congreso y los representantes de algunos partidos políticos. No obstante, al día de hoy la balanza se inclina en favor de Marruecos, justamente desde el Congreso de la República, pero también desde la Cancillería que neutralizó la usurpación de funciones diplomáticas que se arrogaba el Polisario en territorio colombiano. Es evidente que hubo un cambio de estrategia en la diplomacia marroquí. ¿Puede explicarnos cómo ha sido este proceso en Colombia y los logros alcanzados tendentes al reconocimiento de la integridad territorial de Marruecos?

F.L.: A nivel parlamentario, es verdad que nuestras relaciones se han estrechado muchísimo y se han llevado a cabo varias reuniones e intercambios con senadores y representantes colombianos en el transcurso de los últimos años, lo cual permitió la creación, por primera vez, del grupo de amistad colombo-marroquí en el seno del Senado, ya que en la Cámara de Representantes teníamos un grupo constituido. En este sentido cabe destacar que en estos dos últimos años el Congreso colombiano ha adoptado cuatro Resoluciones de apoyo a Marruecos, a saber: 1. La Proposición No. 19/2017 de la Segunda Comisión del Senado del 2 de mayo de 2017; 2. La Proposición No. 44/2017 de la Segunda Comisión de la Cámara de Representantes del 3 de mayo de 2017; y, la 3 y la 4. Const. No. 0536/2018 del 5 de diciembre de 2018, en apoyo a Marruecos y a su integridad territorial, fue firmada por la gran mayoría de senadores y diputados que representan a las principales formaciones políticas del país como el Centro Democrático, el partido Cambio Radical, el Partido Liberal, el partido Conservador, el Partido de la U, el partido Mira y la Alianza Verde, entre otros.
Este gran apoyo que nos ha brindado el Congreso de la República de Colombia es muy importante, ya que, como usted sabe, Marruecos ha sido siempre el primero en buscar una solución pacífica en torno al diferendo regional del Sahara. Este diferendo regional perdura lamentablemente desde hace más de cuarenta años por falta de voluntad política de las otras partes involucradas que han imposibilitado poner fin a este conflicto que obstaculiza la construcción de la Unión del Magreb Árabe.
Cabe recordar que fue Marruecos el que propuso en 2007 una iniciativa para la negociación de un Estatuto de Autonomía en la región del Sahara marroquí, para poder salir de esta situación de Statu-quo que se ha mantenido durante muchos años. La iniciativa de autonomía que propuso Marruecos garantiza el derecho de las poblaciones locales a administrar sus propios asuntos preservando la soberanía de Marruecos.
Es importante señalar que esta misma propuesta fue calificada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas como “seria, creíble y realista”. Asimismo, fue avalada por la Comunidad Internacional que reconoció los importantes esfuerzos desplegados por Marruecos para avanzar en un proceso político con el fin de resolver definitivamente este diferendo regional, cuyo proceso está en manos de las Naciones Unidas y, específicamente, del Consejo de Seguridad.

C.R.: ¿Cuáles son los principales retos y desafíos en la relación bilateral, pero también a nivel del intercambio comercial y cultural?
F.L.: Este año, con ocasión del cuadragésimo aniversario y como es habitual en los aniversarios, es muy importante hacer un balance de las realizaciones y de los logros para definir nuevas perspectivas, elaborando una hoja de ruta para los próximos años.

Este es un gran momento para definir nuevas perspectivas de cooperación. Por eso tenemos previsto este año la organización de la segunda sesión de la Comisión Mixta entre nuestros dos países, durante la cual se desarrollarán diversos proyectos de cooperación en diferentes áreas, particularmente en los sectores de la agricultura, el turismo, la artesanía, las energías renovables y la cultura, entre otros.
En el plano económico, sigo pensando que nuestros intercambios económicos y comerciales están muy por debajo de las potencialidades que tienen los dos países. Ahora bien, en este sentido necesitamos buscar nuevas oportunidades de negocios para el desarrollo del flujo de estos intercambios. Es justamente por esta razón que me reuní el pasado mes de noviembre con el Ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, para ver cómo podemos trabajar conjuntamente para alcanzar este objetivo común. Hoy en día, Marruecos representa la puerta de entrada al continente africano y, es por ello, que los países de la Alianza del Pacífico eligieron a la ciudad de Casablanca para abrir su representación comercial para África.
Es obvio que necesitamos aumentar aún más el volumen de nuestras exportaciones hacia Colombia a través de una mayor diversificación de nuestros productos, que están principalmente compuestos por fosfatos, aceite de oliva y pescado en lata.
En cuanto a la cultura, me he dado cuenta de que en este tema también tenemos múltiples coincidencias. Pienso que la cultura es un extraordinario vínculo para la cooperación y el acercamiento entre los países y sus pueblos.
Marruecos tiene una fuerte identidad africana, árabe, bereber y mediterránea, y en muchos aspectos podemos encontrar extraordinarios puntos de convergencia y muchas similitudes culturales entre los dos países, especialmente en la región pacífica colombiana, profundamente marcada por la herencia africana.
*Clara Riveros, politóloga, consultora y analista política en temas relacionados con América Latina y Marruecos y directora en CPLATAM -Análisis Político en América Latina- ©
Bogotá, Colombia, marzo, 2019
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