Estados Unidos y dos noticias o acaecimientos notables de 2020

Resulta imposible no pronunciarse respecto a las grandes noticias que han acaparado titulares y medios de todo el mundo desde ayer —hablando como politóloga que sigue la evolución del contencioso del Sahara y también como ciudadana colombiana que ha tenido ocasión de residir en Marruecos y de conocer algunos aspectos de su cultura—. Dos noticias esperadas que sin duda pueden enmarcarse en los grandes acontecimientos o acaecimientos de 2020.

Hace unos meses referí en un artículo la profesionalización, el pragmatismo y el realismo de la diplomacia marroquí que ha obtenido logros notables en años recientes en su política exterior. Y sí. Marruecos —en cabeza del Rey Mohamed VI, hay que decirlo con todas las letras: un gran estratega—, le ha demostrado incluso a los más escépticos que la diplomacia llevada con destreza y experticia funciona. Este no es un asunto menor cuando hemos visto en las últimas semanas que algunos viven de escaramuzas, ‘guerras’ imaginarias y victorias virtuales. En suma, Marruecos juega en otro terreno, optando por la vía inteligente y privilegiando la vía pacífica, con una mirada estratégica y siguiendo la vía diplomática. El comportamiento que corresponde tener y mantener en el siglo XXI demanda sofisticación y altura, elevar el nivel para la resolución de controversias.

Parafraseando a Jorge Dezcallar, el diplomático español y ex embajador en Marruecos y en Estados Unidos, estimo que con estas dos noticias se han corregido algunas anomalías. En primer lugar, el reconocimiento del carácter marroquí del Sahara por parte de los Estados Unidos, tal y como anunció el presidente Donald Trump, marca un punto de inflexión en el Magreb y en la disputa norteafricana que enfrenta a Marruecos y a Argelia desde hace décadas. Punto, sin duda, para Marruecos.

«Morocco recognized the United States in 1777. It is thus fitting we recognize their sovereignty over the Western Sahara», dijo Trump y, más allá de las reticencias que genera el presidente de los Estados Unidos, destaco la frase porque acude a la historia e ilustra la relación entre Marruecos y Estados Unidos, el primer Estado en reconocer la independencia de los Estados Unidos, a la vez que corrobora el carácter centenario del Estado marroquí cuando, por cierto, no había tenido lugar el reparto de África ni existía tal cosa como el renombrado «Sahara español» y, más bien, como indican algunos documentos y tratados internacionales el territorio marroquí se extendía a toda esa zona del hoy disputado Sahara occidental.

De vuelta al siglo XXI cabe señalar que Rabat hoy cosecha los resultados de una apuesta de largo aliento y de un trabajo continuo en términos diplomáticos que ha logrado que Estados Unidos extienda su apoyo a Marruecos en su reclamación. Estados Unidos ya había apoyado la propuesta de Autonomía marroquí como una solución seria, realista y creíble para zanjar el contencioso territorial del Sahara. Washington se suma así al camino emprendido por países africanos y árabes, pero con la enorme diferencia de que sus movimientos tienen gran repercusión mediática e impacto global. Y aquí sí que es evidente: Estados Unidos es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, una potencia de orden global que debe propender a la estabilidad y a la preservación de la paz o a buscarla en el marco del derecho internacional.

El reconocimiento al carácter marroquí del Sahara supone un antes y un después en el tratamiento de la cuestión. Esto viene a sumarse al respaldo desplegado por Estados Unidos, en el marco del Consejo de Seguridad que expide resoluciones periódicas sobre ese diferendo territorial y que impulsa una solución política definitiva a esta disputa regional. Por tanto, el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre toda la región del Sahara; así como el apoyo a la iniciativa de Autonomía como único marco para alcanzar una solución justa y duradera; la próxima apertura de un consulado en Dakhla; y, la promoción de inversiones en la región del Sahara, tendrán profundas repercusiones a nivel interno y externo. Estados Unidos ya hizo lo propio y comunicó sus decisiones a la Organización de las Naciones Unidas.

El otro anuncio que hizo el presidente Donald Trump fue la normalización de las relaciones entre Marruecos e Israel, evento significativo que desde afuera muchos esperábamos hace tiempo habida cuenta de la historia centenaria que alberga Marruecos en lo que atañe a la coexistencia entre marroquíes judíos y musulmanes, tanto así que muchos de los ancestros de los ciudadanos israelíes son de origen marroquí. De hecho, como han destacado medios internacionales, la diáspora judía marroquí es la más grande del mundo árabe. Se estima que un millón de judíos marroquíes viven actualmente en Israel y que han mantenido estrechos vínculos con su país de origen. Tampoco hay que olvidar que la Constitución marroquí (2011) reconoció la influencia hebrea como parte integrante de la identidad, cultura y nación marroquí. Y, en tiempo reciente, el Reino de Marruecos, por instrucciones reales, ha iniciado un programa para la renovación de las sinagogas y cementerios judíos, así como para la promoción del legado hebreo en Marruecos, recuérdese también la creación del Museo de Cultura Judía en Fez, en mayo del año pasado.

Esta noticia, por supuesto, no contradice en absoluto la defensa firme y constante de Marruecos a la causa palestina. Mohamed VI ha sido claro y enfático en este punto. Marruecos apostará, aquí también, a la vía diplomática para avanzar hacia una solución y en el arreglo de la cuestión palestina sobre la base de una solución de dos Estados, con Jerusalén Este como su capital. Sin embargo, tampoco hay que opacar que la normalización o restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel constituye, sin duda, una excelente noticia y es apenas un paso natural en correspondencia con unos lazos históricos, pero también una muestra de sentido común y de racionalidad en un mundo que lo necesita.

Me sumo a la celebración con alegría genuina.

Clara Riveros
CPLATAM -Análisis Político en América Latina- ©
Diciembre, 2020

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.