
Las condiciones para la prensa empeoraron en todos los continentes durante 2016. Reporteros Sin Fronteras –RSF- da cuenta de esa realidad en la clasificación que establece la situación de la prensa y el grado de libertad que tienen los periodistas en 180 países. Según RSF, en Marruecos (131) el clima para la prensa desmejoró. El país registra un lento pero constante deterioro de la libertad de prensa. Las autoridades ejercen presión sobre los medios de comunicación cuando abordan ciertos temas. Periodistas y reporteros-ciudadanos se ven expuestos a censura, vigilancia, intimidación, sanciones económicas y prisión. Tanto la prensa local como la extranjera enfrentan dificultades. RSF también alertó sobre las enmiendas al Código Penal. Una situación que merece atención de la sociedad civil y los grupos políticos por las repercusiones futuras y las limitaciones del derecho a la información.
La democracia necesita para su existencia: instituciones sólidas, poderes independientes, libertad de prensa, expresión e información. Periodistas, intelectuales y activistas han denunciado la ausencia de libertades y la persecución judicial por motivos políticos, algunos incluso fueron a prisión, así lo registraron Human Rights Watch y The New York Times (2015). Las limitaciones no solo son para la prensa, también han recibido sanción las expresiones culturales, creativas y literarias.
Una surrealista decisión judicial evidenció la intolerancia de la ciudadanía y los serios problemas en el sistema de justicia. En agosto (2016) un Tribunal de Primera Instancia emitió una condena –a dos meses de prisión- por “injuria y difamación” a Abdelaziz Benhadouch, profesor de filosofía y escritor. ¿La razón? Un contenido de ficción. Los demandantes se sintieron identificados con los personajes de su novela. La denuncia fue presentada en 2015 y –como el fiscal descartó la apelación efectuada por el escritor- los demandantes siguieron adelante con el proceso. El profesor tendría que pagar una multa (91 euros) y una indemnización (1838 euros) en favor de los ofendidos. El acusado apeló el fallo judicial. La sentencia se suspendió. Benhadouch recibió múltiples amenazas contra su vida y fue agredido por un individuo que se sintió representado por uno de los personajes de la obra. El escritor murió ahogado, fue encontrado en una playa de Agadir el sábado 22 de octubre de 2016. El fallecimiento fue confirmado por su hermana, según destacó el portal Periodistas en español.
Terrorismo, justicia y límites a la libre expresión. El 20 de diciembre (2016) fue asesinado en Turquía, Andréi Kárlov, embajador ruso. El asesino fue abatido y habría actuado en venganza, según informaciones, por el papel de Rusia en la guerra en Siria y en la destrucción de Alepo. En Marruecos, al parecer, algunos ciudadanos celebraron ese hecho. Las autoridades anunciaron procesos legales por el presunto delito de apología al terrorismo. El 30 de diciembre, medios y organizaciones denunciaron 20 arrestos. Sobre esto último, César Ricaurte, Director de Fundamedios, organización que ha denunciado los atropellos a las libertades cometidos durante los gobiernos de Rafael Correa en Ecuador, señaló que si bien es legítima la lucha de un Estado contra el terrorismo, la misma debe estar enmarcada en la legalidad internacional e internamente debe responder a principios que garanticen los derechos fundamentales. “La garantía de la libertad de expresión está directamente relacionada con la garantía de una justicia independiente. Eso es lo que hemos aprendido con la experiencia negativa ecuatoriana”, recalcó Ricaurte.
Freedom House también es reconocida por sus informes sobre libertades. De estos, pueden destacarse dos, uno que valora la libertad de prensa y otro la libertad en internet. A través de indicadores define si un país es libre, parcialmente libre o no libre. En 2016, Marruecos fue evaluado no libre –para la prensa- y parcialmente libre –en internet-. En 2017, FH ha considerado a Marruecos parcialmente libre para la prensa.
Febrero, 2017
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