
El 8 de julio nos dimos cita en el Instituto Cervantes de Rabat. Esta casa nos acogió para cruzar fronteras a través de la literatura en el marco de un diálogo transatlántico y en lengua española. El conversatorio fue organizado por la embajada de Colombia en Marruecos y contó con la participación de Clara Riveros (moderadora) y de los escritores Abdelkader Chaui, Gabriel Restrepo y Luis Fayad. La apertura estuvo a cargo de José María Martínez Alonso, flamante director del Instituto Cervantes (Rabat) y de la embajadora colombiana María del Pilar Gómez Valderrama. La representante colombiana recordó a los asistentes que 2019 es un año de celebraciones para Colombia y Marruecos, a saber: el 40° aniversario de la relación bilateral; el 40° aniversario de Los parientes de Ester, la primera novela publicada por Luis Fayad; el 20° aniversario de Patio de honor, la galardonada novela de Abdelkader Chaui; y, el lanzamiento de Marruecos, Rosa de los Vientos de Gabriel Restrepo.

Los escritores
Gabriel Restrepo es un escritor y sociólogo colombiano. Fue profesor de sociología en la Universidad Nacional de Colombia por casi medio siglo y cuenta con 35 libros y 130 ensayos publicados en revistas internacionales de Europa y América. Luis Fayad es un escritor colombiano que reside en Berlín desde hace más de 30 años, ha publicado más de diez libros (seis novelas, tres libros de cuentos y tres libros de relatos), pero también ha escrito y publicado cientos de ensayos, artículos periodísticos y traducciones. Abdelkader Chaui es un escritor marroquí, crítico literario y filósofo de formación, de trayectoria notable en la defensa de los derechos humanos, además de ser una de las figuras claves de la transición marroquí. Chaui es autor de una obra prolífica en lengua árabe que incluye 26 libros publicados, entre novela y ensayo, recientemente ha publicado un libro escrito en español, en la colección Ensayos Saharianos editada por el escritor español José María Lizundia.
Gabriel Restrepo, un exponente del diálogo transatlántico
Marruecos, Rosa de los Vientos, es el libro más reciente de Gabriel Restrepo y también hace parte de la colección Ensayos Saharianos editada por Lizundia. Este libro es el resultado de ese cruce de caminos e influencias místicas, poéticas, intelectuales y filosóficas entre lo árabe, lo hispano y lo iberoamericano en la trayectoria vital de Gabriel Restrepo. Podría sugerirse que este libro comenzó a escribirse durante la visita de Restrepo a Marruecos en 2018 y, posteriormente, se fue nutriendo de otros elementos y de los vastos conocimientos de su autor. El escritor desglosa el símbolo de la rosa de los vientos[1]; las estancias místicas y la paz como una fiesta global. “El viaje fue recíproco: intercambio de saberes en doble vía; viaje en el tiempo para calar hasta nuestras raíces; dos países de dos continentes triangulados por el afecto del tronco común del andaluz español afincados en la esquina meridional de América Latina y de Marruecos, aprenden en juego de espejos a valorar correspondencias para allanar caminos por la paz”, afirma Restrepo, quien plantea “Transformar la canónica imagen de la Rosa de los Vientos para que sea más inclusiva y acoja con benevolencia los 360 grados cardinales frente a la animosidad de la cosmovisión amañada de Samuel Huntigton y de otros”. Ello precisa “de ánimo abierto para levar anclas y soltar lastres que amarran a estereotipos”.
El escritor colombiano observa expectante el papel que puede desempeñar Marruecos en la transformación de un continente que —por haber sido cuna de la especie humana— podría servir como utopía del retorno en plenitud de la humanidad para que asuma su vocación angélica liberada de toda esclavitud y opresión. “De ello nos separa por lo menos un largo siglo”, dice Restrepo al apostar a la paz y a la educación para acelerar el paso. Riveros parafraseó al escritor español José María Lizundia para definir a Restrepo como “un sabio” y “un escritor intenso que nos invita a abandonarnos en una fiesta inmoderada, excesiva y apasionada del saber y del conocimiento”. Y es que este libro, escrito con la destreza y con el cuidado del sabio, sitúa a Gabriel Restrepo como un exponente del diálogo transatlántico en ese cruce de caminos e influencias entre Oriente y Occidente a partir de su diálogo con un gran número de autores en una notable amplitud espacio-temporal, pero también lo es por el diálogo que propone entre los autores analizados.
Aniversario 40° de Los Parientes de Ester
Los parientes de Ester es la primera novela de Luis Fayad. Se publicó por primera vez en Alfaguara, Madrid, en 1978. Después ha tenido unas diez ediciones en España, Colombia, México y Cuba. Actualmente Ediciones Cátedra (España), está por publicar una nueva edición que incluirá el estudio crítico del profesor José Manuel Camacho, director del Departamento de Literatura y Lenguas de la Universidad de Sevilla.
La obra literaria de Luis Fayad ha tenido una amplia recepción, así como perspectivas diversas de aproximación y análisis entre escritores, académicos, periodistas culturales y, por supuesto, sus lectores, desde finales de la década de 1970. Críticos literarios han explicado que la obra de Fayad contribuyó a la “conformación de otro canon en la narrativa colombiana de la segunda mitad del siglo XX”. Esta novela se considera como una novela de culto, un clásico de la narrativa urbana y de la literatura colombiana contemporánea. “Luis Fayad, con Los parientes, debutaba con un estilo literario poco común, en el que personas de carne y hueso, de clase media, aparecían en sus historias, eran sus personajes, sin acreditar vivencias intrépidas ni historias difíciles. Todo simple y llano, más no plano”. En diferentes ocasiones se ha destacado la capacidad y la destreza del escritor para “rescatar y exprimir la belleza de los elementos comunes y ordinarios”, sublimándolos, llevándolos a su paroxismo, estetizándolos. Bogotá es el escenario donde cobraron vida Los parientes de Ester, sus historias transcurren en esta urbe en proceso de expansión en los años sesenta. Gregorio Camero, su protagonista, ilustra y describe con mordacidad la realidad que le rodea: “Yo también lo quiero [el país], pero no lo defiendo —dijo Gregorio Camero—. Eso sería jugarle sucio a la propia desgracia”.
Aniversario 20° de Patio de Honor
Patio de honor es la única novela de Abdelkader Chaui traducida al español de modo íntegro. Fue publicada en 1999 y obtuvo el premio a la Creación Literaria en Marruecos (2000). La versión en español fue publicada en España por Quorum Editores (2005); en Chile por la Editorial Cuarto Propio (2011); y, en Argentina, por Alción Editora (2013). El escritor presentó su novela en Colombia en 2016. Patio de honor está estructurada en dos partes distintas pero complementarias. Sobresale Barranda, con su sociedad macondiana, categoría asignada por Gonzalo Fernández Parrilla prologuista de la edición en español, una lectura o interpretación cuestionada por Gabriel Restrepo durante el conversatorio. Se ha dicho que Barranda es una metáfora de Marruecos que da cuenta de la conflictividad y de la vida social del pueblo barrandí, narra sus problemáticas que se antojan lejanas pero no ajenas. No solo la naturaleza hace surrealista el ambiente barrandí, sus personajes hacen lo propio en cotas notables. La segunda parte de Patio de honor —expone ese desahucio del yo, sugirió Riveros—, aproxima las realidades de un grupo de amigos que han sido liberados de la cárcel luego de largas condenas por motivos políticos. Ellos no asimilan ese nuevo estado, la libertad no les trajo libertad. La libertad fue idealizada pero al concretarse no resultó ser la esperada, por lo que ese renacer a la vida resulta sumamente complejo. “La realidad es dolorosa porque yo me he aislado en ella y en la frivolidad. Persigo una frivolidad cuyas punzadas no he sentido hasta que me convertí en su triste sombra […] Pienso en Barranda y siento ese deseo contenido de exiliarme a otro tiempo”, está hablando Saad, su protagonista, pero ¿Saad —realmente— busca un refugio? “Barranda no era el viaje, sino la partida definitiva”.
40° aniversario de la relación bilateral entre Colombia y Marruecos
La embajadora de la República de Colombia, María del Pilar Gómez Valderrama, llegó a Rabat en mayo y desde su arribo a la capital marroquí dio cuenta de su interés en trabajar para el fortalecimiento de la relación bilateral y para la promoción del diálogo y el intercambio cultural entre los dos países. Cabe recordar que la embajadora del Reino de Marruecos en Colombia, Farida Loudaya, había confirmado hace algunos meses el mayor acercamiento entre Colombia y Marruecos al constatar que el nuevo gobierno de Colombia elevó el nivel de la relación bilateral. Loudaya subrayó la satisfacción de Marruecos con la decisión del gobierno de Iván Duque de elevar el nivel de la representación colombiana en Rabat, que desde 2013 estaba a nivel de encargado de negocios y, desde este año, está representada por una embajadora extraordinaria y plenipotenciaria.
La empatía y la buena sintonía entre el Gobierno de Colombia y el Reino de Marruecos es evidente. El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, ha realizado dos visitas a Marruecos en un periodo de seis meses. El pasado diciembre estuvo en Marrakech, ciudad que fungió como escenario de respaldo y adopción formal del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular. En esa ocasión, Holmes Trujillo mostró su complacencia con el anfitrión de la Conferencia Intergubernamental y mantuvo un encuentro con su homólogo marroquí, Nasser Bourita. La prueba del buen momento que atraviesa la relación bilateral la aportó recientemente el canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo. El ministro de Relaciones Exteriores de Colombia visitó Rabat en junio y se reunió nuevamente con el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Marruecos, Nasser Bourita.
CPLATAM -Análisis Político en América Latina- ©
Rabat, Reino de Marruecos, julio, 2019
Notas

[1] La Rosa de los Vientos, explica Restrepo, es un dispositivo sencillo, acoplado a la brújula, con la forma del reloj circular moderno. Es un símbolo en forma de círculo que tiene marcado alrededor los rumbos en que se divide la circunferencia del horizonte que serían sur, este, norte y oeste. Añade a lo preciso de la orientación la favorabilidad de la navegación al indicar tendencias de la veleidad eólica —no por supuesto su ocurrencia fija— en función de frecuencias pretéritas graficadas en los cuatro cuadrantes.
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