
Para ver qué en qué está el contencioso del Sahara Occidental y qué pasa con esa controversia territorial hay que ir a lo real y a lo que existe, es decir, a las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que es la instancia que se ocupa del contencioso territorial norteafricano. Lo demás son arengas, deseos, fantasías, interpretaciones muy libres. Por cierto, es preciso señalar para aquellos que insisten en desconocer la realidad que España salió del Sahara definitivamente en febrero de 1976.
Véase la reciente Resolución (2548) del Consejo de Seguridad en relación con la situación del Sahara Occidental. La resolución fue adoptada por el Consejo bajo la presidencia de Vassily Nebenzia. El 30 de octubre de 2020 el Consejo de Seguridad aprobó con 13 votos a favor (Alemania, Bélgica, China, Estados Unidos de América, Estonia, Francia, Indonesia, Níger, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas, Túnez, Vietnam), ningún voto en contra y dos abstenciones (Rusia y Sudáfrica) la Resolución 2548 que prorroga el mandato de la MINURSO hasta el 31 de octubre de 2021, es decir, durante un año a partir de su aprobación.
Una vez más, el Consejo de Seguridad reafirmó sus resoluciones anteriores y la implementación de las mismas, a saber: 1754 (2007), 1783 (2007), 1813 (2008), 1871 (2009), 1920 (2010), 1979 (2011), 2044 (2012), 2099 (2013), 2152 (2014), 2218 (2015), 2285 (2016), 2351 (2017), 2414 (2018), 2440 (2018), 2468 (2019) y 2494 (2019). Es esto lo que ha de tenerse presente al abordar la controversia. Por fuera de esto, de nuevo: arengas, deseos, fantasías, interpretaciones muy libres.
La MINURSO, habida cuenta de la imposibilidad de realizar el referéndum que se proponía por la imposibilidad de determinar la población que debía votar en el mismo, debido a la desavenencia entre las partes respecto a quiénes podían o debían votar y quiénes no podían hacerlo, se encarga de velar por el mantenimiento de la paz y del alto el fuego entre Marruecos y el movimiento Frente Polisario que reclama la independencia del Sahara desde Argelia, el país vecino. La MINURSO también tiene la función de apoyar al enviado personal del secretario de la ONU para el Sahara, todo ello en aras de alcanzar “una solución política mutuamente aceptable”. Estos son los términos, no otros.
¿Qué manifestó el Consejo de Seguridad en la Resolución 2548? La “preocupación por las violaciones de los acuerdos vigentes”, a la vez que reiteró “la importancia del pleno cumplimiento de estos compromisos para mantener el impulso en el proceso político del Sahara Occidental”. También tomó nota de los compromisos asumidos por el Frente Polisario ante el ex enviado personal del secretario general. El Consejo de Seguridad acogió con beneplácito la evaluación entregada por el secretario general, el 23 de septiembre de 2020, donde dio cuenta de que la situación en el Sahara “se ha mantenido relativamente en calma y el alto el fuego continúa”, así como “el respeto de las partes por el mandato de la MINURSO”.
La Resolución 2548 tomó nota de la propuesta marroquí, presentada el 11 de abril de 2007 al secretario general, y acogió “con satisfacción los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos para impulsar” el proceso hacia una solución definitiva. También tomó nota de la propuesta del Frente Polisario presentada el 10 de abril de 2007 al secretario general. En la última resolución del Consejo de Seguridad nuevamente se instó a “las partes a demostrar una mayor voluntad política” para avanzar en una solución del diferendo norteafricano e incluso las invitó a ampliar su discusión sobre las propuestas, así como a comprometerse con los esfuerzos de la ONU con un espíritu de “realismo y compromiso”. Y, por supuesto, alentó a “los países vecinos a hacer contribuciones” al proceso. Los países vecinos a los que aludió el Consejo de Seguridad son Argelia y Mauritania.
El Consejo de Seguridad pidió a las partes seguir cooperando con la Oficina de las Naciones Unidas para el Alto Comisionado para los Refugiados en la identificación y aplicación de medidas que puedan fomentar la confianza en el proceso. Destacó la importancia de mejorar la situación de los derechos humanos en el Sahara Occidental (administrado por Marruecos) y en los campamentos de Tinduf (regentados por el Frente Polisario), en tanto que alienta a las partes a trabajar con la comunidad internacional para desarrollar e implementar mecanismos creíbles e independientes que garanticen el pleno respeto de los derechos humanos, incluidas las libertades de expresión y de asociación, así como su promoción y protección en virtud de las obligaciones del derecho internacional. En ese sentido, la resolución consignó acoger con “beneplácito” las “medidas e iniciativas adoptadas por Marruecos” y el papel desempeñado por el Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el de sus comisiones en Dakhla y en El Aaiún, además de la interacción que mantiene Marruecos con los procedimientos especiales de las Naciones Unidas y del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El Consejo de Seguridad solicitó a las partes mejorar la cooperación con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), incluso facilitando visitas a la región. Observó “con profunda preocupación”, tanto las continuas dificultades que enfrentan los refugiados saharauis y su dependencia de la asistencia humanitaria externa, como la insuficiencia de fondos para quienes viven en los campamentos de refugiados de Tinduf y los riesgos asociados con la reducción de la asistencia alimentaria. Por lo anterior, reiteró su solicitud de llevar a cabo un registro de la población de Tinduf, es decir, hizo hincapié en la necesidad de censar a la población que se encuentra en los campamentos regentados por el Frente Polisario en territorio argelino. Censo que ha sido sistemáticamente obstruido por Argelia y el Frente Polisario. Otro tema de gran importancia tiene que ver con la petición de una mayor participación de mujeres y de jóvenes para hacer contribuciones al proceso, en ese sentido, el Consejo de Seguridad alentó a los países vecinos a apoyar estos esfuerzos.
La resolución insistió en la “necesidad de lograr una estrategia realista, practicable y duradera”, para alcanzar una “solución política a la cuestión” basada en “el compromiso”. Acogió con satisfacción el compromiso de Marruecos, el Frente Polisario, Argelia y Mauritania de permanecer en el proceso, recordando que es preciso el “espíritu de realismo y compromiso, para asegurar un resultado exitoso”. Por ello, exhortó a las partes a reanudar las negociaciones bajo los auspicios del secretario general “sin condiciones previas y de buena fe”, en consonancia con los esfuerzos realizados desde 2006 y los desarrollos posteriores con miras a lograr una “solución política duradera y mutuamente aceptable, que proporcionará la autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental” de conformidad con los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y tomando nota del papel y de las responsabilidades de las partes a este respecto.
Esta resolución reafirmó la necesidad de que se respeten plenamente los acuerdos militares concertados con la MINURSO, respecto a la cesación del fuego y exhortó a las partes a adherir plenamente a esos acuerdos y a “abstenerse de cualquier acción que pueda socavar las negociaciones facilitadas por la ONU o desestabilizar la situación en el Sahara Occidental”. Las partes deben garantizar, tanto la seguridad y la circulación sin obstáculos, como el acceso inmediato del personal de las Naciones Unidas y del personal asociado al desempeño de su mandato de conformidad con los acuerdos existentes.

Guerguerat: un nuevo capítulo en el contencioso territorial norteafricano
Dos palabras con definiciones de la Real Academia Española (RAE) para aproximar los eventos de las últimas horas: escaramuza, del italiano scaramuccia, ‘combate breve y no decisivo’ y gerontocracia, de geronto y cracia, gobierno o dominio ejercido por ancianos
El Frente Polisario incumple la Resolución 2548 del Consejo de Seguridad relativa a la situación del Sahara Occidental. Como se citó en líneas anteriores, esta resolución reafirmó la necesidad de que se respeten plenamente los acuerdos militares concertados con la MINURSO respecto a la cesación del fuego, a la vez que se exhortó a las partes a adherir plenamente a esos acuerdos y a “abstenerse de cualquier acción que pueda socavar las negociaciones facilitadas por la ONU o desestabilizar la situación en el Sahara Occidental”.
¿Qué es lo que ha estado haciendo el Frente Polisario en las últimas semanas que forzó la reacción de Marruecos en las últimas horas para que sus Fuerzas Militares actuasen poniendo fin al bloqueo impuesto por el Polisario?
Ocurre que, desde hace varias semanas, unos 200 camioneros marroquíes han solicitado ayuda o intervención de Marruecos y de Mauritania porque, según ellos, han visto obstruido el paso en el cruce fronterizo de El Guerguerat, al suroeste del Sahara Occidental. Los camioneros manifestaron la existencia del bloqueo, del lado mauritano, por el Frente Polisario. El bloqueo tiene lugar en la carretera que conecta el sur del Sahara con la costa de Mauritania y el África occidental, a unos 380 km al norte de la capital mauritana (Nuakchot), así lo reconstruyó Atalayar. El Polisario ha tenido recurrentes incursiones en Guerguerat, conocida como zona tampón o zona de amortiguamiento en los acuerdos del alto el fuego de 1991. La zona ha sido centro de tensiones entre el Polisario y Marruecos en años anteriores, por ejemplo, en 2016 o en 2017 cuando el Polisario reclamó por la existencia de una carretera asfaltada por Marruecos para el comercio con el África subsahariana.
El Frente Polisario ha estado obstruyendo durante varias semanas la circulación de mercancías y de civiles en sentido bidireccional Sahara-Mauritania a través de Guerguerat
Este viernes el Ejército marroquí entró en la zona desmilitarizada del extremo sur del Sahara para romper el bloqueo y la obstrucción al tráfico que habían impuesto desde hace tres semanas manifestantes del Frente Polisario, según recogió EFE a partir de fuentes diplomáticas marroquíes. La intervención marroquí tuvo lugar para crear un pasillo formado por soldados de las Fuerzas Armadas Reales (FAR) que permitiera el paso de los camiones y todo tipo de vehículos en los cinco kilómetros de franja que separan la aduana marroquí de la frontera con Mauritania. Marruecos observó que los manifestantes civiles no eran el objetivo y que esa era una operación pacífica. “Marruecos, hasta el momento, había mostrado un perfil bajo durante las tres semanas que duró el bloqueo, y ha optado por desviar hacia rutas marítimas el tráfico comercial con sus frutas y verduras destinadas al mercado mauritano […] Aunque los manifestantes saharauis que bloquean el paso fronterizo no portan armas, siguen bloqueando repetidamente el tráfico civil y comercial en la región, lo que sigue exacerbando las tensiones”, apuntó Atalayar. El ministerio de Exteriores marroquí publicó un comunicado en el que señaló haber “dado todo el tiempo necesario” para que el secretario de la ONU y la MINURSO solucionaran el bloqueo, pero sus esfuerzos “han resultado vanos y Marruecos ha decidido actuar […] en plena conformidad con la legalidad internacional”.
En octubre, Guterres había instado al Polisario a que abandonara la zona y evitara la escalada. El secretario de la ONU mantuvo una conversación telefónica con el ministro de Asuntos Exteriores de Mauritania, Ismail Ould Cheikh Ahmed, el miércoles 11 de noviembre sobre la situación y la tensión en Guerguerat. El viernes, el secretario general manifestó a través de su portavoz su “Grave preocupación sobre las posibles consecuencias de los últimos acontecimientos”. Hay que recordar que hace más de un año dimitió el enviado personal del secretario general de la ONU para el Sahara, el expresidente alemán Horst Koehler. Al parecer, este viernes, hubo algunos disparos al aire de los militares marroquíes para dispersar a los elementos del Polisario, según informó Marruecos. España apoyó el viernes los esfuerzos de las Naciones Unidas para la distensión en la situación de Guerguerat. Francia, miembro del Consejo de Seguridad, llamó este sábado a evitar una escalada en las tensiones y a favorecer la solución política. Diferentes países árabes y africanos respaldaron la intervención de Marruecos para la normalización de la zona de Guerguerat.
Para Marruecos, habiendo observado moderación y respeto por la legalidad internacional como lo constató la comunidad internacional, transcurridas estas semanas, desde el 21 de octubre, resultaba inaceptable permitir la continuidad del bloqueo ejercido por el Frente Polisario en la obstrucción del tráfico civil y comercial. Las autoridades marroquíes consideraron la gravedad de la situación generada por el Polisario y la ilicitud de sus acciones que constituyen una flagrante violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y de los llamamientos del secretario general de la ONU para preservar el libre movimiento civil y comercial en Guerguerat. El Polisario ha apostado a maniobras contra la paz y la seguridad para desestabilizar esa convulsa región del Sahel y ha organizado y ejecutado un plan en el que una vez más instrumentalizó a la población civil desarmada, mujeres y niños, bajo su supervisión, mientras que los elementos del Polisario, armados y equipados militarmente, han buscado encender la chispa que lleve a la confrontación armada con Marruecos. De eso se trata, de provocar tensión con las Fuerzas Armadas de Marruecos. Así se entienden sus acciones en el paso fronterizo de la MINURSO en Mhairiz. De hecho, la situación también pone en peligro la integridad del personal de la MINURSO. Por cierto, la exhibición y ostentación de equipamiento militar del Polisario permite algunas inferencias de cuál es el destino de las ayudas internacionales, así como de la malversación de la ayuda humanitaria que tendría que redundar en beneficio de la población de los campamentos de Tinduf. Nótese que el movimiento de disidentes del Frente Polisario exhortó este sábado al secretario general de la ONU a intervenir para evitar el deterioro en la situación del Sahara Occidental con las que podrían ser consecuencias imprevisibles para la región.
Ante el desafío del Frente Polisario al secretario de la ONU y a sus llamados a preservar el libre tráfico civil y comercial en Guerguerat, pero también a las resoluciones del Consejo de Seguridad, e ignorando deliberadamente las peticiones del Consejo de abstenerse de realizar acciones que desestabilicen la región o que socaven el proceso político, Marruecos decidió actuar “de acuerdo con sus competencias, en virtud de sus deberes y en pleno cumplimiento del derecho internacional”. El ministerio de Exteriores de Marruecos responsabilizó el viernes al Polisario por las consecuencias de sus acciones. Y, hay que decirlo, el Frente Polisario ha llegado hasta este punto con aquiescencia de Argelia, el país que lo acoge, promueve, sostiene y financia.
En la mañana del sábado EFE informó que “Ni Marruecos ni el Frente Polisario han dado por roto el alto el fuego vigente en el Sahara Occidental que fue firmado por ambas partes en 1991, pese a acusarse mutuamente de haberlo violado durante la jornada de ayer”. Indicó la agencia española que “El Ejército marroquí admitió ayer un intercambio de disparos durante la operación de desalojo del paso de Guerguerat, en el extremo sur, “sin que haya que lamentar daños humanos””, según EFE, aludiendo a fuentes marroquíes anónimas, hubo “disparos de acoso” por parte del Polisario en la zona de Mahbes, al norte del territorio, que no causaron daños materiales o humanos. Entre tanto, el corresponsal de EFE difundió algunas fotografías en las que advirtió “calma total esta mañana” en Guerguerat, aunque en sus palabras “no es una calma normal: el tráfico rodado, siempre intenso, es hoy inexistente”. La otra fotografía registró el amanecer en completa calma en Dakhla, al sur del Sahara: “No se ve la guerra”, describió el corresponsal. En las horas siguientes el Polisario anunció el fin del acuerdo del alto el fuego y dijo haber causado bajas marroquíes, mientras que afirmó la que sería su vuelta a la guerra. En la tarde El País informó, además del anuncio del Polisario de retorno a la guerra, que “los militares marroquíes aseguran que construyeron un cordón de seguridad en la zona desmilitarizada de Guerguerat, que conduce hacia Mauritania, para preservar el tránsito de mercancías y civiles. Las autoridades marroquíes no informaron sobre cuánto tiempo permanecerán en esa zona que en principio solo está reservada a los civiles”.
Al caer la tarde del sábado periodistas marroquíes publicaron fotografías y vídeos que dieron cuenta de la normalización de la zona, el saharaui Naama Maoulainine de Medi 1 TV fue uno de ellos, pero también Fatima Makhoukh, quien colabora ocasionalmente con CPLATAM, publicó un vídeo que mostraba la reanudación del tráfico por carretera entre el Sahara y Mauritania, a través del puesto fronterizo de Guerguerat en sentido bidireccional. Decenas de camiones que transportan mercancías y que estaban bloqueados desde hace tres semanas por cuenta de las milicias del Polisario cruzaron hoy las fronteras entre Marruecos y Mauritania, señaló la periodista. Algunos registros fotográficos de internautas mostraban el sábado en la noche a ciudadanos marroquíes en cafés y restaurantes de Rabat en completa calma, mientras que medios del chavismo en América Latina, como es el caso de Telesur, reproducían la propaganda y la desinformación del Frente Polisario.
Lo cierto es que el Frente Polisario enfrenta la debacle interna y el repliegue en sus otrora áreas de influencia (África, América Latina y el Caribe), por ejemplo, la tarde del sábado Guyana retiró su reconocimiento a la virtual rasd y Marruecos que lleva la cuenta de países que no reconocen a esa entidad anunció que Guyana se convirtió hoy en el Estado 14° de América Latina y el Caribe que retiró su reconocimiento a esa entidad. De tal modo, al 14 de noviembre de 2020, serían 164 países del mundo que no reconocen las pretensiones del Frente Polisario. ¿Cómo se vuelve de esto? La derrota internacional del Frente Polisario es un hecho. Entre tanto, Marruecos gana apoyos y mantiene el respaldo de la comunidad internacional.

Los totalitarismos tienen bastante en común, como recordó el intelectual chileno Mauricio Rojas, hace poco, se conectan en la aversión a la libertad individual y en el sueño colectivo superior formado por “hombres nuevos” y “puros”. A ver si el Frente Polisario no responde a todo esto. Por supuesto, todas estas ideologías totalitarias estigmatizan y acusan de “traidores” a quienes se animan a pensar por sí mismos. Ellos, convertidos en dueños de la verdad y la vida, castigan, depuran, asesinan. Y, cómo no, se victimizan y defienden su barbarie.
Jorge Dezcallar, Valió la pena (2015), quien reconstruye o contextualiza la relación de España con el Frente Polisario, permite comprender cómo las acciones terroristas perpetradas por el Polisario en contra de ciudadanos españoles, sepultaron las posibilidades de su causa, así como sus oportunidades con España: «las cosas nunca fueron ya como antes». Y añade Dezcallar: «Siempre que me encontraba con ellos (los polisarios) me entraba cierta desazón al medir la distancia que separaba sus ambiciones del mundo de las realidades». Transcurridas más de cuatro décadas de conflicto, a juzgar por el maximalismo de las posiciones y de los recientes comunicados y anuncios de la gerontocracia del Polisario, así como por la agitación de arengas, consignas y desinformación de sus herederos en redes sociales, porque esa es la gran novedad que aportan las nuevas generaciones: dirigir la guerra y la revolución desde un sillón en Europa, sí, los hijos de la cúpula del movimiento subversivo, jóvenes que han corrido con suerte por ser “los hijos de”, formados, viviendo en Europa e incluso en América, por cierto con mayores comodidades que la población de Tinduf, gritan y agitan la consigna “guerra”. Ese movimiento no ha aprendido nada. El líder del Polisario, Brahim Ghali, considera roto el alto el fuego tras 29 años y anuncia la vuelta a la guerra y la reanudación del combate armado, pero si acaso este fuera más que un intento por hacer algo de ruido, Ghali debe saber que esa opción solo terminará de sepultarlos internacionalmente, si es que todas las derrotas que han sufrido no les dicen bastante del camino hacia ninguna parte por el cual optaron. Los leo y me entra cierta desazón al medir la distancia que separa sus ambiciones del mundo de las realidades, parafraseando a Dezcallar.

Como profesional que ha estado trabajando en el territorio objeto de controversia durante los últimos cinco años en temas de gestión cultural, con universidades marroquíes y con asociaciones saharauis en el Sahara, para fomentar la cultura y el intercambio académico e intelectual sobre temas de interés común con América Latina, con algunos objetivos, además del diálogo y del descubrimiento mutuos, como contribuir a la normalización de la vida y de las condiciones de vida de la población del Sahara y propender o procurar el acceso a la cultura y al conocimiento de los ciudadanos en el Sahara Occidental, tal y como ocurre en las otras ciudades marroquíes, me animo a decir que siempre es posible elegir la racionalidad y el sentido común, lo absurdo sería negarle los derechos políticos, sociales, económicos y culturales a la población del Sahara por cuenta de la disputa con el Frente Polisario. Lo equivocado es el camino elegido por el Polisario: postergar la democracia, las libertades y la construcción de sociedad civil para cuando se zanje el contencioso que pretenden que concluya a su favor. Marruecos hace lo que debe hacer y todavía debe hacer mucho más. Lo responsable hoy es defender el alto el fuego y la vida de los civiles. Marruecos mantiene el apego al alto el fuego y busca garantizar la libre circulación de las personas y de las mercancías, esto es fundamental. Es vital el mantenimiento de la paz, la estabilidad política, así como la actividad económica en la región, aunque algunos todavía no entiendan cómo funciona el mundo. El realismo y el espíritu de compromiso de las partes son fundamentales para lograr avances en las negociaciones y, hoy más que nunca, los países vecinos deben hacer contribuciones al proceso, especialmente Argelia que acoge al movimiento subversivo Frente Polisario en su territorio.
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